Un choque cultural, en su amplia definición, se da cuando una persona se enfrenta a una actividad o lugar que le son nuevos y donde sus integrantes y hábitos son distintos y nuevos a los que solía conocer. Esto produce un cierto sentido de desorientación, puesto que las señales y códigos que antes nos guiaban en cómo relacionarnos o responder a ese sistema, dejan de ser familiares.
Específicamente cuando inmigramos, éste choque sucede generalmente a la hora de tener que lidiar con los aspectos reales y burocráticos de insertarse en la nueva cultura, y si la inserción envuelve el aprendizaje de un segundo idioma, este proceso se puede sentir con mayor intensidad.
Los clásicos síntomas de esta fase envuelven frustración, incomodidad, nostalgia, aislamiento, irritabilidad, sentido de urgencia, cuestionamiento y falta de seguridad, entre otros.
Aquí te comparto algunos 4 sugerencias que te pueden ser de ayuda en esos momentos:
1. Crea un espacio que sientas como tuyo:
Cuando dejamos nuestro país, nos vamos con lo indispensable, sin embargo, traer contigo algún elemento que te haga sentir más en casa siempre es bienvenido a la hora de hacer un nuevo hogar. Alguna foto, un pequeño objeto o símbolo puede hacer una gran diferencia a la hora de crear un rincón que te resulte familiar. Volver a ese espacio siempre se agradece cuando las cosas se sienten muy intensas afuera.
2. Ten mente abierta 🧠
Estar abierto y receptivo, en una postura de curiosidad puede ser muy ventajoso, para ir sorprendiéndote con lo que el nuevo lugar puede ofrecer.
Aceptar invitaciones, probar nuevas comidas, participar/ observar las culturas y tradiciones locales, siempre cuidando tu descanso y niveles de energía.
3. Explora como un turista
La invitación aquí es a explorar con curiosidad ese nuevo lugar que habitas. Usar el transporte público, caminar por diferentes barrios con tu cámara, o agendar visitar un lugar nuevo cada vez, que incluso puede ese café a la vuelta de la esquina! O quizás calles que sorprenden por sus colores o arte callejero y que harán una hermosa foto del momento para compartir con tus amigos o familia.
4. Desafíate: ten siempre un proyecto en mente.
Sea aprender una receta local, practicar el idioma cuando vas al supermercado, aprender nuevas frases, son cosas que te van manteniendo ocupado al mismo tiempo que te hacen ir abrazando cada día más la nueva cultura en la que te estás insertando. Pequeños avances cada vez, te darán una sensación de logro que es muy saludable para lidiar con el estrés y la incertidumbre de los primeros meses.
Recuerda que experimentar el choque cultural es parte normal de insertarnos en una nueva cultura, la mayoría de las personas viven esta etapa y en general sólo dura entre unas semanas o un par de meses.
Mientras mejor entiendas sus síntomas, mejor podrás prepararte para sortear esta etapa lo mejor posible y comenzar a disfrutar y visualizar las oportunidades que la nueva casa ofrece.
Ref: U. of Wollongong Australia